Casi como por definición, desde pequeño, siempre he visto con muy malos ojos a los cuerpos policiales, su pasado, su historia, no eran algo como para confiar. A la llegada de la democracia, se hizo algún esfuerzo en intentar cambiar la imagen de policia y guardia civil, pero algunos desmanes notorios (como el asalto policial a Rentería en plena transición), y casos como los protagonizados por la guardia civil en Roquetas de Mar, nunca han sido cosas precisamente alentadoras de que cambiaran.
En Catalunya se revivió el cuerpo de los mossos, y todo parecía indicar que sería una buena mejora. Ahora que ya están desplegados en buena parte del territorio, incluida Barcelona, se les está viendo el 'plumero'.
Una inverosimil 'escapada' de un detenido esposado de un coche policial, los incidentes provocados este sábado contra una protesta de okupas, y el caso de hace unos días, donde para reducir entre 10 a un enfermo psiquiátrico, tuvieron que matarle, no son cosas que precisamente ayuden a confiar, y a mi me hace pensar mucho en que tipo de policía se está formando, tienen cosas buenas, si, pero acciones de este tipo, y las investigaciones en las comisarías por malos tratos a detenidos, hacen pensar que muchas cosas deberían cambiar en los mossos, porque si a esto le añadimos su corte chulesco y provocador que se les ve, confianza no inspiran precisamente.
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