Con gran sorpresa veo que finalmente los laboristas entran en el nuevo gobierno israelí, liderados por la derecha-derecha, y apoyados por ultrareligiosos. En contra de lo dicho durante la campaña, el lider laborista entra en el gobierno... O mejor dicho, sigue, manteniendo su cargo de ministro de defensa.
Uno puede pensar, no es tan malo, a fin de cuentas queda en ese cargo alguien no tan de derechas ni ultraortodoxo israelí, pero si miramos un poco al pasado inmediato, él fué quien dirigía a los militares en la brutal ocupación de Gaza. No se si el dilema es entre el fuego y las brasas, ni quien es quien, porque cuando por un lado veo que los mandos del ejército presumen de normas éticas de comportamiento con los palestinos, y tantos y tantos incidentes donde militares israelis salen impunes de auténticas barbaridades, no se que pensar.
Y peor aún cuando una camiseta de gran éxito entre los soldados israelis tiene un diseño tan poco ético como este:
Si esta es una 'gran' elección, mis dudas sobre la 'moralidad' de las actuaciones del ejército israelí, se 'disparan' peligrosamente, es decir, no me lo puedo creer.
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