Estos días por todas partes podemos ver mucha información recordando el día en que cayó el muro de Berlin. Y realmente, motivos para recordarlo los hay, y muchos.
Aunque tras su caida, haya crecido otro muro más vergonzoso aún, construido por Israel, hay que recordar la trascendencia de lo sucedido hace 20 años.
Una generación, o varias en realidad, crecimos con la 'realidad' de una división en europa física e ideológica, dos mundos distintos, con una 'valla' que separaba literalmente ambos muncos. Todo parecía inmutable, nada había cambiado en los libros de historia en muchos años, y la visión que teníamos del mundo en esos momentos, en general, era que muy poco podía cambiar.
Ya en Polonia se veían muchos cambios, el declive de la antigua y extinta URSS era algo palpable, y ver como día a día, las cosas que dábamos por sentadas, iban cayendo una tras otra, muchas veces en lugar de verse como motivo de alegría, se veían por parte de muchos con gran preocupación. Miedo a que?
Probablemente lo mejor de todo fuera la reacción espontánea de la gente, ese día cayó mucho más que un muro físico, y ver como mucha gente con sus manos, ayudaba a derribar ese muro, fué algo que siempre quedará en la memoria. Igual que luego cuando inevitablemente, se quisieron comercializar esos 'pedacitos de muro'. Todo acaba siendo negocio.
Hace 20 años, mucho más que un muro cayó. Pero muchas divisiones, siguen existiendo.
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