Reformas y avances

Igual no es tanto avance precisamente, pero reformas son, no?

A nacionalizar cajas y bancos!

Que risa me ha producido leer desde ayer por la tarde algunos titulares sobre la situación financiera de algunas cajas y bancos. Creo que esta viñeta es suficientemente aclaratoria.




Aún recuerdo cuando el gobierno de Felipe González intervino Rumasa, lo que algunos vieron como que se empezaba con una política de izquierdas y se nacionalizaba la banca... nada más lejos de la realidad, con dinero público se saneó una entidad para venderla a su competencia, o mejor dicho a quienes no querían tener competencia.

En esencia la situación viene a ser la misma ahora. Algunas cajas seguramente serán intervenidas, saneadas en sus negocios, y vendidas. Eso si, con nuestro dinero. Ridículo es que se escriban titulares con palabras como nacionalizar, cuando precisamente lo que se hace es reprivatizar. No diré que se deba permanecer impasible ante malas gestiones económicas, pero las palabras y las soluciones... ahí se puede decir mucho, porque en esencia el estado se limita a gestionar las necesidades de los grandes poderes económicos, y poco más.

Saboreando a mi hija

Nunca he ocultado que mi mayor placer en mi vida son los momentos que disfruto con mi hija. No deja de sorprenderme, día a día, pero hay cosas que son superiores y la ponen en un plano que con orgullo digo, me conmueve, sorprende, y alegra, ver no sólo su corazón, sinó como lo transmite, como adora a la madre de su madre, y como le transmite...

Resulta que por las circunstancias que le tocó vivir, a la madre de su madre no la enseñaron a leer y escribir, nada fuera de lugar en la gente nacida en pueblos en el año 35, y por más que su hija sea licenciada en hispánicas, nunca quiso que la enseñara, sentía verguenza...

Hoy mientras celebrábamos el día de reyes, comiendo los 4, mi hija me ha explicado como está enseñando a escribir a su abuela. Lo que no consiguió su madre, lo está consiguiendo mi hija.

Lo admito, con lágrimas en los ojos, mi admiración por mi hija, que aún no tiene 13 años, no tiene límites, y me transporta a la época en la que su abuela nació y no tuvo la suerte que si tuvo mi madre, un poco mayor, de poder vivir la expansión de la revolución escolar que trajo de su mano la segunda república. Por ello, probablemente, no haya mejor canción para acompañar el momento que esta canción de Barricada, dedicada a los maestros de la segunda república, represaliados sin límite por el franquismo, pero que tanto dieron por la gente de nuestro pais.