miércoles, agosto 11, 2010

Historia de un final (2 de 2)

El mismo día no hablé nada, no quise tener ninguna iniciativa, preferí esperar y dar a la otra parte la capacidad de iniciativa y de explicarse, sólo era una mera ilusión de algo imposible.

Los hechos siempre habían sido hasta ese día los mismos: hay que aprender de los errores, de palabra, en los hechos, al bajar a lo concreto, a analizar cada error, siempre las culpas eran de los demás. Era un tema recurrente, muy hablado y siempre acabando en el mismo punto.

Es fácil adivinar cuan previsible era el final cuando ya hacía unos 10 días me había devuelto las llaves de casa con una excusa un tanto surrealista. Era algo previsible. Y así fué, una llamada telefónica, ninguna palabra clara, ella veía mi absoluta desconfianza, y así dijo como si ella fuera la ofendida, en esas condiciones mejor dejarlo. Igual esperaba al decir esas palabras una reacción mía, y lo único que de mi salió fué simple: mejor dejarlo. Con tus cosas? Tíralas a la basura. Dejé pasar una semana, le hice un par de llamadas, sin respuesta, y tras volver de vacaciones en Menorca con mi hija, recogí todo lo suyo, y al contendor de la basura. Todo esto se desencadenó hace un año, y tan tranquilo, con la conciencia muy tranquila.

Lo mejor de todo, tantas cosas pendientes que estaban en el tintero y por fin he podido ir completando. Incluso ayer tarde, empezé a leer un libro regalado por ella, y no tuve la sensación de estar ante algo vinculado con ella.

martes, agosto 10, 2010

Historia de un final (1 de 2)

Ahora hace un año recibí un sms (supongo que debe estar guardado en el móvil que tenía entonces) de una muy buena amiga, donde fiel a su forma de ser y a la relación que tenemos, me dijo unas cosas muy claras, sobre alguien muy cercano a mi. Siempre he preferido las verdades a la cara, por mucho que a veces puedan ser dolorosas. No era el caso, nada de dolor, simplemente acabar de dejar claros unos hechos, y actuar en consecuencia.

A nadie nos gusta que nos tomen el pelo, nos tengan por tontos o por idiotas, y al mismo tiempo, yo asumí sus palabras, las enormes dudas sobre la sinceridad de la persona cercana a mi se materializaban más. Ya no eran dudas enormes, eran las pruebas de las mentiras, cuanta razón tiene el dicho ese: 'se coje antes a un mentiroso que a un cojo', y así fué, y mi reacción consecuente, si algo ya de por si no funciona, y encima ves mentiras, para que seguir?

No se me derrumbó nada, simplemente era la prueba necesaria para poner punto final a una historia sin futuro, completar la cuadratura del círculo, y pasar página, cerrando un capítulo.

Entre la incredulidad y la certeza de las mentiras, saqué mis conclusiones, tomé mis decisiones y sólo quedaba el momento de hablarlo, lo dejo para mañana.

miércoles, agosto 04, 2010

Comisiones en obras

Recuerdo cuando Pascual Maragall soltó esa conocida frase refiriéndose a CiU que tenían un problema que se llamaba 3%.

Las repercusiones y el tener que tragarse sus palabras fueron notables, pero la duda estaba ahí.

Ahora sabemos por pruebas documentales, que mucho había de razón en esas acusaciones, pero todos se limpian las manos, diciendo que no, que ellos no se han financiado así.

Y pretenden que nos los creamos!