Estoy convencido de ello. Ayer durante una pausa del trabajo, cuando salí a la máquina del café para fumarme un cigarrillo me vino ella a la memoria. Hace bastantes días que nada se de ella, ni siquiera recuerdo con exactitud nuestro último encuentro.
Lo cierto es que los encuentros últimamente eran muy pocos, ya lo digo, ni recuerdo la última vez que nos vimos. Si recuerdo la sensación, esas caricias, esos momentos de placer, siempre cortos pero intensos, que me mantienen despierto y cuantas veces esperando a la próxima ocasión!
No tuvimos nunca una forma de citarnos ni planificar cuando podemos vernos, siempre ha sido una relación extraña, donde sólo una casualidad nos permite reencontrarnos, y permitirnos esos momentos agradables solos.
Pero ahora ya hace más de 2 meses que no nos vemos. La busco, pero no la encuentro, y en una ciudad tan grande, con tanta gente y tantos horarios distintos, lo admito, es casi imposible. No se que le habrá pasado, lo más probable es que haya cambiado sus ritmos vitales, que si antes se movía en un determinado círculo, ahora lo haga por otro, y esa sea la razón de que ya no nos veamos.
Aún así, siempre la recordaré, por esos tan buenos momentos, sin compromisos, sin ataduras, y aunque pueda encontrar a otras que me den buenos momentos, es difícil que otra pueda dejar la misma huella en mi, ella es muy especial, pero ya no se que hacer para volverla a ver. El cuerpo tiene unos límites, y no puedo hacer ya más para intentar verla de nuevo.
Será extraño, pero nunca supe su nombre, ni una forma directa de localizarla, ella tampoco preguntó nada de mi, simplemente, cuando nos encontrábamos, disfrutábamos del momento, y hasta la próxima. Tal vez esto fuera lo mejor, pero luego pasa eso, que la echas de menos, y no sabes donde buscarla, y entre tantos millones, donde estará? Que será de ella? La echo de menos, pero creo que lo nuestro terminó ya.
Ya escribí acerca de ella hace unos pocos meses, esta es la primera parte de la historia.
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