No, por más que lo pueda parecer, no estoy haciendo ningún alegato a favor de estas fiestas que por lo general, me crean una sensación de un cierto malestar, por la enorme falsedad que según veo, las rodea. Esto va de batiburrillo, aviso, voy a mezclar varios temas, sólo conectados por una mera agrupación de hechos en el tiempo, a los que le doy el hilo conductor de mis sensaciones y bienestar.
Cosas bastante simples pueden hacer que toda una dinámica aparentemente simple, se transforme en una larga y constante sucesión de buenos momentos, muy distintos entre si, pero agradables todos, conectados con una magia realmente especial de la que sólo cierta persona sabe contagiarme permanentemente, o del cómo pasar de una situación desasosegada a la felicidad en breves momentos, con pequeños pero bellos detalles.
24 horas intensas, incluso con cosas que son un rollazo para mi. En realiad un poco más de 24, que empiezan con una llamada que te despierta del letargo, y te devuelven la sonrisa a la cara, y te empujan a la dinámica del buen rollo, a preparar con más ilusión lo que viene, tras unos breves momentos de unas gestiones simples pero trascendentales para mi, lo más rutinario, como comprar El Jueves y ver las viñetas con las que empiezo cada semana y arrancar ya la segunda sonrisa del día, me lanzo, si, voy a ir esta noche de concierto de nuevo, voy a celebrar otra vez las Navidades Suaves, que dan título a este post, voy a un nuevo concierto de Los Suaves en el antiguo Zeleste. Tras comprar la entrada, a acabar unas cosas que debo preparar para el regalo de mi hija y luego a buscarla para que vea la cabalgata de los reyes. Si, para mi es un rollazo, pero su cara de felicidad bien vale esas horas de espera y frío. Y de allí, directo al concierto.
Tenía mono de concierto. Mono auténtico de Los Suaves. Lástima que no pudiera finalmente venir quien ya sabe para compartir este concierto, pero en cierto modo, compartimos una parte, por una llamada en una canción para provocarle la envidia sana y por todo lo comentado de los buenos momentos del concierto. Casi dos horas de intensa música, donde sonaron de nuevo las canciones que tanto quería oir y cantar. Podría decir mucho, resaltar muchos títulos, casi todos los tengo en mi cabeza, resonando todavía, no en vano, tengo sonando ahora un concierto suyo, y en particular sonando en estos momentos 'Pardao', de la que más abajo hay entre otros, un pequeño fragmento. Mientras, de fondo tengo esta música, tengo encendida una barrita de incienso, regalo de reyes de mi hija, una preciosa caja de madera, con su quemador y sus barritas. Esos olores que ayudan a crear una bella atmósfera donde disfrutar de tantas y tantas sensaciones, donde me apetece pegar unos cuantos pequeños fragmentos inconexos de canciones, sacados un poco de su contexto, pero que me animo a compartir sólo por eso, porque son fragmentos de canciones que de un modo u otro, son importantes para mi y sonaron anoche, por diferentes e incluso contradictorias sensaciones que me provocan en distintos momentos. Y corto ya, que no pararía.
Dime si alguna vez
no has sentido que ya todo
esta perdido
y no puedes seguir
que estas solo y todos
se han ido
No veo la hora de partir
para poder echarme un sueño
¿Quieres hacer algo por mi?
Empújame al tren de carga del tiempo
Vienes y vas
la carrera va a empezar
tantos pasos cruzados
tantos sueños que soñar
La vida es bella y ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amigos, tendrás amor
... tendrás amigo
¿Quién no hizo alguna vez
locuras por una mujer?
Puedes atrapar el viento
llevar a casa el mar
evitar que pase el tiempo
pero no puedes, no puedes dejar...
No hay pena que no derrote
me parte hasta un rayo de sol
Las ilusiones se esconden
lo que veis... es lo que soy
Hay martillazos de fuego
contra el cristal del silencio
Los pasos perdidos se paran
en una noche estrellada
Eres la niña moderna
que nunca has roto un plato.
Lola, nena de papá
no trabaja, pasa el rato
Perdóname por no dejarte
por quererte y haberte querido
amor... invento del diablo
querer... burla del destino
... dulce castigo
Ahora entiendo sus palabras
ahora entiendo sus miradas
ahora se porque la llamaban
Peligrosa María.
Regresas de nuevo a casa
siempre sucia nadie te espera
la cena es congelada
no hay ninguna sorpresa
Jóvenes pobres matan a
jóvenes pobres mientras
cuentan sus ganacias viejos ricos
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