Desde que acabó la primavera y ha empezado el verano, no sólo nos acompaña un 'agradable' calor. En el camino tranquilo cada mañana al salir de casa hacia el trabajo, ahora el ritmo rápido en mi caso, ha dejado paso a uno más tranquilo, para evitar sudar más de la cuenta, pero algo más ha cambiado.
Casi llegando al trabajo, por la calle que voy, había hasta hace unos pocos días varios árboles con mucho colorido, flores amarillas, otras lilas, que adornaban una zona peatonal de un modo muy agradable a pesar de estar casi rodeado de coches a pocos metros.
Otro es el paisaje ahora, ni rastro de las flores que algún día incluso al caer llegaban a hacer algo parecido a una alfombra, y en cambio ahora, todo son hojas secas que van cayendo de los árboles, dando a muchas calles de la ciudad un aspecto sucio y como de abandono, lo que era antes agosto, ciudad desierta, llena de hojas secas que a la primera tormenta llenaban las alcantarillas y provocan auténticas riadas en las calles.
Ni siquiera el calor me molesta demasiado, pero esa visión de más y más hojas no me gusta. Leí no hace mucho que están poco a poco, cambiando estos árboles por otros en muchas zonas. Seguro que hará que la ciudad poco a poco tenga un color más agradable.
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