La semana pasada se comentaba que se quería cortar el tráfico ferroviario por unos días en una zona de entre Bellvitge y Sants para garantizar la seguridad, que no hubiera incidencias, y continuar las obras del AVE en las fechas previstas. Nadie quería asumir la 'publicación' de la noticia que se cortaba la línea con más tráfico del pais.
Pero la realidad supera con creces los peores pronósticos. La construcción del AVE ha destapado la pésima gestión de obras públicas y servicios, donde las prioridades son las cosas más 'bonitas' y notorias, pero que al ciudadano de a pie, en el día a día, le resbalan.
Políticos con los criterios completamente equivocados, constructores a los que nunca se exigen responsabilidades... Y como siempre, la gente de a pie, jodidos.
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