La situación era realmente previsible, subida sin control de los precios de combustibles, sectores que viven con unos márgenes muy estrechos y que muchas veces no pueden repercutir en los precios el incremento de sus gastos, y claro, no les queda otra salida que una huelga para buscar soluciones.
No voy a entrar hoy en el tema del precio del petróleo y su imparable escalada, que da para mucho el tema, intentaré ver lo que puede pasar en los próximos días y las salidas a corto plazo.
Como en otras ocasiones, la salida más fácil creo que tendrá dos frentes, por un lado, los precios que puedan obtener agricultores y pescadores, que no olvidemos, ya tienen un gasóleo especial, pero que en su contra tienen que casi nunca pueden fijar ellos los precios finales a los que venden, y por otro lado los transportistas.
El gasóleo especial, seguirá teniendo una trato preferente, como es normal, pero en el sector del transporte, todo apunta a lo que algunos piden de unas tarifas mínimas, pueda tener alguna salida, si bien hay un doble problema los pequeños transportistas y los grandes. Son dos ámbitos completamente distintos, y aunque sus protestas sean menos oidas, las de los pequeños, autónomos por lo general, son quienes más temo acaben perdiendo, ya que las reglas de juego las imponen los grandes, y siempre acaban aumentando su pastel. Las compensaciones que puedan tener del gobierno, no se por donde irán, pero mucho me huelo que sean más incentivos fiscales que otra cosa, y así quedan grandes empresas cubiertas. Veremos en los próximos días, pero dudo que sea una situación larga y no creo que haya escasez de nada.
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