El tema de la SARS, neumonía atípica o como se llame, empieza a tener unos niveles más que preocupantes. El SIDA ya se extendió como una plaga hace dos décadas, y bien que vino para cierta moral por los grupos mayoritarios a quienes empezó afectando, para casi nombrarlo como una plaga bíblica. Ahora no, su extensión parece casi imparable, no es fácil evitar su propagación y la movilidad geográfica mundial contribuye a su extensión por muchas zonas. La OMS recomienda no viajar a Pekin y Toronto en las próximas 3 semanas, y esto no puede ser precisamente muy tranquilizador. Por ahora lo vemos como algo lejano, incluso parece que ya han identificado al virus que lo provoca, mientras que con el SIDA se tardó mucho tiempo, pero yo todavía me acuerdo de la 'neumonía atípica' que hubo aquí hace más de 2 décadas, y que afectó a miles de personas, con graves secuelas que mucha gente todavía padece. Entonces no hubo una respuesta tan rápida, ni se identificó el causante con tanta rapidez. Todavía recuerdo al ministro de sanidad de turno, diciendo que el causante era un bichito tan pequeño que si caía al suelo desde una mesa se mataba... Por eso pasaron a apodarle en lugar de 'Jesus Sancho Rof' a 'Sancho Poff'.