Estamos en unos tiempos en que la técnica y los aparatos presiden la mayor parte de aspectos de nuestras vidas, tal es el grado de penetración en nuestros hábitos de multitud de aparatos, que casi nada escapa ya de su influencia.
Pero en algunos sitios parece que alguien se resiste como los galos a los romanos en las aventuras de Asterix. Puede parecer una batalla desigual, pero todo tiene sus ventajas.
Imaginemos que un día nos quedamos varias horas sin luz eléctrica. Me pasó hace un año y medio o algo así, en casa sin luz casi un día completo. Que funciona en casa? Nada, o casi nada. Suerte de la cocina de gas y algunas velas anti-humo. Pero ducharse? El calentador no funciona si no está conectada la luz... Tele? No, claro. Radio? A pilas no tenía, microondas? Nada de nada... Ordenador? No, por supuesto.
Y en esas situaciones, que haces? Pues nada, a dormir, si es que se puede! Suerte que no fuera pleno verano en ola de calor, y no quedarse fundido sin un ventilador a mano!
Pero a veces falla un aparato, y el ingenio a veces suple tanta tecnología. Recuerdo hace unos cuantos años, en mi primer empleo como informático, un día el ordenador no funcionaba. Por lo visto un relé que se debía poner en marcha en cuanto el disco alcanzaba su velocidad, fallaba, y no permitía arrancar al aparato. El técnico, sabedor que no tenían la pieza de recambio, y tardaría dos días, optó por el método de la cuerda. Técnica revolucionaria donde las haya. Nos dijo que esa técnica estaba prohibida en paises más avanzados como Alemania. En que consistía el método? Al extremo físico del relé que no se activaba, se le ataba una cuerda, que permitía cerrarse el circuito y encender el sistema. Pero había que hacerlo cuando escuchando el disco, teníamos la impresión que ya había alcanzado la velocidad de crucero.
Otra muestra de la tecnología punta, y la que ha inspirado este post, es mucho más reciente, y no tiene más de 15 años como la anterior, ni tiene nada que ver con ordenadores ni instrumentos eléctricos, aunque hay modelos que si lleven mucha tecnología incorporada. Una cisterna de un WC también puede tener tecnología punta. A veces el tirador, se rompe, y por lo visto en la empresa los gastos son algo irrelevante, y para solucionar eso, se recurre a la tecnología más punta, sustituir una pieza por un lápiz de madera, que todo hay que decirlo, tiene que tener punta, para que pueda quedar el extremo bien fijado, y así funciona la maravillosa cisterna. Pero también se encalla, y es que ni la tecnología punta, ni la del lápiz, son infalibles!
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