Ver como Israel prosigue con su ofensiva en Gaza, y sigue sembrando su propio reguero de muerte y destrucción, me parece casi tan repulsivo como las reacciones de muchos líderes políticos de todo el mundo, que tibiamente protestan ante Israel.
Ayer escuché unas palabras del presidente de Israel, Simon Peres, y ofrece un punto de partida realmente llamativo, según él, y es un razonamiento importante en su pais, la proporción entre sus respuestas a los cohetes de Hamas, no es un tema de si 30 o 100, si deben soportar x o y cohetes al día (me cuesta entender que Hamas en plena tregua, los siguiera lanzando, parece que quisieran provocar esto), sinó que quieren acabar con esa amenaza.
Entiendo por supuesto el derecho que tienen a vivir en paz y seguridad, pero no comparto su respuesta, una escalada a la ley del más fuerte, parece que en todo el periodo de la tregua hayan estado más pendientes de preparar esta salida que un camino a una verdadera paz.
Deben cambiar las actitudes de los dirigentes de ambos bandos, y sin duda alguna, uno de los mejores caminos, sería que Israel permitiera a los palestinos mucho más que respirar, y no dejar sitiada una amplia zona ahogada en todos los sentidos.
Se me ocurren muchas propuestas y caminos, pero lanzar propuestas como seguro tendrán muchos dirigentes que intentan detener este conflicto, de poco sirve sin voluntades.
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