Despertarse, poner la tele a primera hora, y ver la foto de alguien, suele ser sinónimo de su muerte, y así me sucedió hoy. A Paco Candel le tengo mucho cariño desde hace muchos años, una persona sencilla, amable, siempre en contacto con su gente, con sus vecinos y conocidos, una persona de lo más humilde que he tenido la suerte de conocer y poder charlar con él.
Hoy nos ha dejado, pero tenemos la suerte de todo su legado, sus obras, escritos, reflexiones y vivencias.
No te olvidaré.
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