Alguien dijo hace muchos años a raiz de la muerte de alguien, que en la vida hay muertes que pesan tanto como una losa y otras como una pluma.

Y es exactamente lo mismo que siento hoy con las noticias de las primeras muertes en ambos lados de la guerra. No está claro el número de muertos irakis, puede que 1, puede que 4, a lo sumo por ahora parece que 6. Muertes lamentables, como otras que vendrán. Pero debo admitir que la noticia de la muerte en un accidente de helicóptero de 12 soldados ingleses y 4 americanos, pues me ha pillado prácticamente indiferente. Ellos si iban a matar a quien fuera preciso en cumplimiento de unas órdenes ilegales que aceptan y aunque no con la misma responsabilidad que sus mandos y dirigentes, son también culpables, y su muerte en ese caso, me pesa menos que una pluma. Lo mismo que me pesará si sucede la muerte de Sadam.