Se equivoca señor Ibarretxe, y mucho.
Sobre su plan, debo admitir que en su letra, casi con toda seguridad tengo más acuerdos que desacuerdos, pero no es eso lo que me rige. Incluso aunque fuera un plan ideal y 'perfecto', su forma de llevarlo a cabo es nefasta.
Para vencer, hacen falta en política la mitad de los votos más uno, pero para convencer hace falta mucho más. No se puede imponer a una sociedad algo por esos votos, porque si el objetivo es vencer y no convencer, lo que estamos labrando es la división de una sociedad.
Y ese es su camino, enfrentar a unos con otros, y si para 'vencer', le bastan los botos batasuneros, ya le van bien. Piense por ejemplo, cuando se aprobaron estatutos y constitución, el apoyo que tuvieron. Son mejorables, sin duda, pero tan importante es su mejora como el consenso para hacerlo y aprobarlos.
Usted no quiere entenderse con una gran parte de la sociedad de la comunidad que preside, y ese error tan grave, sólo genera más enfrentamientos. Esa es su voluntad? En Catalunya, con todos nuestros errores, la preparación del nuevo estatuto, se está llevando a cabo en reuniones de todos los partidos parlamentarios conjuntamente, buscar ese consenso que una a la comunidad. Puede que el texto no acabe siendo mi ideal, pero prefiero tener eso a enfrentarme a mis vecinos.
¿Cual es su camino?
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