Biocombustibles

La noticia que saltó ayer a los medios de la escasez de arroz parece haber despertado a algunos de una realidad en la que muchos han metido la pata hasta el fondo.

La apuesta por los biocombustibles no es mala en si, el problema es si se lleva adelante a cualquier precio y a costa de la alimentación. Ahora nos hemos enterado a las claras de algo que ya se estaba conociendo, algunos campos de cultivo han dejado de dedicarse a alimentos para dedicarlos a otras plantas para producir biocombustibles. El desastroso resultado, está a la vuelta de la esquina, y ya se está viendo, escasez de alimentos, subidas de precios...

Aquí ya se lleva meses comentando con el tema de los cereales y sus subidas de precios incluso para la alimentación animal.

Y nos enfrentamos a una medida un tanto arbitraria: la UE estableció que en determinado año los biocombustibles deben ser el 10%, y yo me pregunto, lo importante es llegar a esa cifra o bien optar por un desarrollo cada vez más sostenible.

La generación de biocombustibles no es de un gran rendimiento energético, al contrario, es un pésimo rendimiento, ya que en ninguno de los dos pasos (desarrollo vegetal, y conversión en aceites/alcoholes) llega individualmente ni siquiera a un 20%, con lo que aparte de caro, se obliga a destinar grandes superficies en detrimento de productos básicos.

Parece mentira, pero quien primero advirtió de estos riesgos de optar por esta vía, fué Fidel Castro.