El cinismo que domina nuestra política.
No hace tanto, vimos las agrias y duras críticas del PP a quienes les llamaron asesinos por su actuación en la guerra, y a las agresiones que sufrieron. Claro que habría que diferenciar lo que se entiende por agresión, ya que contabilizaban como agresión desde que le lanzaran huevos a un candidato, a que hicieran una protesta enfrente a una sede. Y lo cierto es que no es lo mismo, una agresión física es intolerable, una protesta pacífica, legítima y saludable. No dejaba de ser curioso que precisamente ellos mismos que tanto criticaron eso, acallaran cuando antes que se produjera ninguna de las acciones por ellos denunciada, apalizaran a alguien que en un mitin gritó No a la guerra. Las imágenes se vieron y no parece que les haya parecido eso mal.
Ayer resulta que Aznar fué interrumpido varias ocasiones en un acto electoral, por gente con pancartas contra la guerra y en memoria de Jose Couso. Nuevamente agresiones e intentos de agresión a quienes hicieron su protesta. No voy a defender o criticar estas formas de protesta, en general la idea de reventar mítines no me gusta, pero lo preocupante es la actitud agresiva de quien no admite esas protestas, y se siente tan 'ofendido' que no vacila en agredir a quien no ha hecho el uso de violencia alguna.
Realmente lo grave en todo esto es que unas actitudes se critiquen sólo en función de quien las hace y no en si mismas.
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