Encontrar las armas de destrucción masiva ya no es tan importante
Estas palabras las ha dicho el ministro de exteriores británico, Jack Straw, el mismo que en su momento, por motivos 'humanitarios' permitió que no se juzgara a Pinochet, denegando su extradición a nuestro pais. Ahora que hay entre 1.500 y 2.000 expertos anglo-americanos buscando estas armas, admite en una sucesión de contradicciones que puede que no haya nada que encontrar, o que los 10.000 litros de Antrax de los que hablaba el jefe de inspectores de la ONU, Hans Blix, a quien atribuye la posibilidad de que existieran, podría ser que realmente no existieran, y se justifica es que eso es casi un tercio de lo que cabe en una cisterna. Es cierto que encontrar eso no es fácil, si existe, pero ante la endeblez de que existiera, donde quedan sus justificaciones para la guerra?
Nadie duda que existieron armas de destrucción masiva en Irak, pero nadie puede tampoco tener pruebas concluyentes, es más, todas las presentadas eran completamente endebles, de que existieran en el momento de empezar la guerra. Esto no dudo que lo supieran antes, con lo cual, las razones reales de la guerra, queda cada día más claro que no eran ni por asomo nada de las esgrimidas. Lamentable que la mentira sea la razón de ser de tantos gobernantes y a tantos niveles.
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