Me desperté hoy con la triste noticia de la muerte de Manuel Vázquez Montalbán. Gran persona, gran escritor, y punto de referencia para muchos sectores de la izquierda, de los pocos que aún desde su compromiso dentro de un partido, ha sido siempre una voz crítica con lo que ha creido criticable. Ya hacía tiempo que estaba muy desmejorado y era previsible su pronta desaparición, pero aún así, su dinámica le ha llevado a morir lejos de su tierra, en el camino de vuelta, en una sala de espera del aeropuerto de Bangkok, procedente de Australia, donde dió varias conferencias.
Seguro que él mismo a raiz del chiste que pongo aquí, sería capaz de escribir un buen artículo sobre el tema.
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