lunes, enero 12, 2004
Bastante obvio
Pero muy claro. Mientras los más papistas que el papa, como A3 se apresuran a decir que los 36 proyectiles de mortero enterrados hace más de 10 años y que pueden tener restos de armamento químico, serían una prueba que justificara la guerra, Tony Blair admite que seguramente nunca se encontrarán esas armas porque Irak es un pais muy grande.
Si, si no fuera por los muertos parecería de chiste. Porque vamos, lo que no cuela es que unos proyectiles de mortero enterrados desde hace años sean los peligrosos armamentos con los que el demonio Sadam amenazaba a los ingleses con la facilidad pasmosa de poder poner en marcha su arsenal en 45 minutos.
Seguramente ni los americanos daran importancia a estos 36 proyectiles, porque se corresponden a la época en que permitían a Sadam usar armamento químico contra kurdos e iranís. En estas condiciones, sólo me queda la alternativa de aplaudir a A3 por su gran capacidad de mostrarnos el camino.
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