Tras un fin de semana bastante atípico, y con momentos muy emotivos, se acerca el gran momento ya.
Cuando digo atípico, lo ha sido en muchas cosas, por un lado estaba el festival de fin de curso de la niña, que coincide con la despedida de la escuela, ya que el curso que viene cambia de escuela, como todos los compañeros de clase. Esto era el sábado por la tarde, y tuvo momentos de aquellos que a uno se le hace un nudo en el estómago. Ya había visto otros años despedidas de otros niños, pero nunca piensas que cuando le llega el turno a tu hija vayas a sentir esa sensación de despedida de una etapa. Se me juntó ese momento con el que es el último fin de semana que paso en la que ha sido mi casa durante muchos años.
También ha habido playa con ella, muy bien como es normal y nadando cada día mejor, pero ha sido un fin de semana en el que me he sentido bastante raro, y es eso, está a la vuelta de la esquina el momento del cambio, y son muchas cosas las que me vienen a la cabeza, pero sobretodo, la ilusión de empezar esta nueva etapa.
Puede parecer trivial, pero lo que me había marcado como imprescindible para fijar el día de la mudanza ya está a punto, no voy a esperar a dar la mano de pintura, ya está a punto la adsl en el piso, ya tengo lo básico, así que los arreglos los iré haciendo ya estando en el piso, a mi ritmo, y ya con mucha más tranquilidad. Mantenerme ocupado y con trabajo, me ayudará mucho a pasar los primeros días de soledad y libertad. Supongo que será algo parecido a cuando me fuí de casa de mis padres, pero igual que entonces, tendré mi ordenador, mi música, y eso para mi es ya suficiente junto con la ilusión por lo que ahora empieza.
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