Ya el sábado... playa con la niña, irla a buscar, y a ver como llevaba el día, si se iba a quedar esta vez a dormir en casa o no... Ya de entrada la vi mucho más convencida, incluso se traía cosas para dejar en casa, así pensé que todo sería más fácil. En la playa recogimos algunas conchas más, y ya luego en casa, limpié la estantería de cristal donde ella había colocado unas la semana pasada, y así quedó su rincón:
Me dejó dormir un poco de siesta mientras ella veía una película en el dvd, y así se quedó dormida ella también en el sofá. Al despertarse estaba un poco de mal humor, y me costó convencerla para salir a pasear un poco, ni la idea suya de comprarse un muñequito para que le hiciera compañía por la noche le motivaba, así que tuve que armarme de paciencia y recursos para que se decidiera por fin. Y luego la cena... Me pidió una tortilla a la francesa, y la verdad, me quedó muy bien y ella lo celebró diciendo que las mías le gustaban más que las de su madre :) Apenas problemas para que se durmiese, y lo mejor es que me dejó dormir el domingo por la mañana más de lo esperado, por mucho que estuviera jugueteando en la cama.
Más playa el domingo, llegar a casa, preparar la comida, ver otra película, y ya poco más, llevarla con su madre y yo muy contento de que todo haya ido tan bien este fin de semana, sabía que todo era cuestión de paciencia y buena línea, y ahora no debo dormirme en los laureles.
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