Llevo unos días bastante entretenido y con muchas variedades. Para empezar, el viernes al salir del trabajo, a comer con dos amigas y a pasar un buen rato de charla. Lo malo de hacerlo un viernes es que comes tarde, y con prisas, ya que en pocos sitios te admiten para comer pasadas las 3 y media, pero estuvo muy bien para empezar una serie de buenos días.
El sábado llegó el momento de volver a estar con la niña y llevármela a la playa. Era el primer fin de semana que debíamos pasar juntos desde mi separación, y lo afrontaba con la ilusión y la inquietud de ver como lo lleva todo la niña. En la playa genial, como siempre, nos encanta el agua a los dos, así que no hay problemas y eso si, poco tomar el sol. Luego a casa, a preparar la comida, y al poco rato irnos al cine a ver Shrek 2. Todo muy bien, pero antes de ir al cine ya me dijo que quería irse a dormir a casa de su madre. Y como tengo muy claro que ella debe adaptarse también a la nueva situación, no la obligué a nada. Antes de llevarla con su madre, de vuelta del cine a casa, pasamos por el supermercado para comprar lo que le apeteciera para comer el domingo, ya que me dijo para mi vergüenza que tengo la nevera muy vacía!
El domingo pues más o menos lo mismo, sólo que a la vuelta de la playa, como no pensamos en el postre, antes de llegar, pasamos por una heladería para comernos cada uno un buen helado, justo en el momento que una muy querida persona me mandaba un sms diciendo que mimara a la niña, menudas causa/casualidades! Con las conchas que recogimos en la playa, la niña ha decorado un poco una estantería baja que hay en el comedor, para mi es como su rinconcito, algo que irá haciendo que vaya viendo también este piso como su otra casa y lo encuentre cada vez más acogedor y así pueda afrontar mejor la nueva situación en la que estamos.
Y a partir de ahí, desde el lunes, pues a prepararme para pintar, y así ha sido estos días, especialmente el martes. Agotador el techo del comedor, es un piso viejo, y el techo es de esos con vigas y bóvedas entre ellas, con lo que no hay otra alternativa que hacerlo a mano. Agotador, pero conforme avanzo, queda menos, y me lo tomo con calma para no acabar molido. Pero ya he acabado el techo del comedor. Ahora no se si seguir con otros techos o ir a por las paredes del comedor, y así dejar ya una zona acabada por completo. Probablemente, por el efecto anímico que supone, me pondré con las paredes. Aunque como la pintura es de otro color, antes debo ir a comprarla.
Dije que estaba de vacaciones esta semana, no?
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