El no se sabe cuantos ya, acuerdo de alto el fuego entre los gobiernos de israel y palestina, abre una nueva esperanza a la paz, pero van tantas ocasiones perdidas que uno no sabe ya si creerse esta o no. Por un lado, el interlocutor es el mismo, el que con su provocativa visita en septiembre del 2000 dió paso a la segunda intifada, y no es otro que el criminal Sharon. Puede este realmente desear la paz? Ha pedido disculpas por su provocación de hace más de 4 años? Y no hablemos de Sabra y Chatila...
Del otro lado, el interlocutor ya no es Arafat. Y lo bueno que tiene esto, es la inexistencia de prejuicios tanto israelis como de los americanos con él. Y por supuesto, que los grupos más extremistas y violentos, parecen dispuestos a apoyar el intento.
Ojalá sirva de verdad este, aunque fácil no va a ser.
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