Si hay algo que me molesta mucho en cualquier persona, es la falta de un criterio claro para afrontar o analizar cualquier cosa, lo que podríamos llamar la gente veleta, que cambian por completo sus planteamientos ante alguien o algo, en función de si les conviene o no.
Un ejemplo claro, lo tenemos en el PP y sus actuales cabecillas, con muestras de contorsionismo político increibles. Aún retumban en mis oidos las palabras de Acebes atacando a cualquiera que en referencia al 11-M y al mentís de Otegui a cualquier implicación de ETA, les pudiera otorgar credibilidad alguna. Afirmaba con gran rotundidad que nada se podía creer de esa gente. Claro que si mirábamos algo atrás, podíamos recordar como si daban credibilidad a un comunicado de ETA y una supuesta tregua parcial. Ya entonces me parecía bochornosa esa actitud, de creerse al entorno etarra sólo cuando les interesa. Si no les interesa, a cargar tintas contra quien les de alguna credibilidad o diciendo que sólo hablan para engañar.
Y ahora otra vez a darles credibilidad, sobre unas supuestas conversaciones entre el gobierno y el entorno batasuno. Rajoy exige explicaciones en una urgente reunión del pacto antiterrorista.
Me pregunto, debemos creernos o no lo que digan batasunos y etarras? Creo que es un error el planteamiento en si, no es un problema si les debemos otorgar alguna credibilidad, sinó otro muy distinto: quien marca la dinámica. Y ahí parece el PP darle la iniciativa al entorno etarra, y así tratar de desgastar al gobierno.
Claro que como veleta puedo calificar a una persona, pero cuando esto se refiere a política, pues ya no es ser veleta, es lo que se dice claramente, ser oportunista por principios, y sobretodo, que no parezca que haya contradicciones entre lo que digo un día y lo que digo al siguiente. Muy mal ir dando bandazos de este modo.
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