Ayer por la tarde, llegando a casa, vi una escena curiosilla para mi. Unos urbanos en bici y poniendo multas a los coches mal aparcados, pero especialmente a esos que se ponen por 5 minutos bloqueando pasos de peatones. Rara vez veo a los urbanos haciendo esto, y en bici apenas les había visto por la ciudad.
Lo normal es que se pongan a multar a los que cortan el tráfico, pero los peatones siempre estamos a expensas de uno que aparca mal, con la mala leche que gastan algunos conductores de aparcar en un sitio donde además bloquean la visión de los coches que puedan venir aunque tengamos el paso en verde, porque mal que nos pese, es la ley del más fuerte y por mucha razón que tenga un peatón, si un peatón le da un golpe a un coche, el coche ni se entera, pero si es al revés... prefiero no pensarlo.
Al día caminando puedo llegar a ver tantos conductores tanto de coches como de motos, que ponen en peligro la integridad de los peatones, que no puedo más que alegrarme que algunas veces la guardia urbana se ponga en este plan, para que no tengamos que sortear más obstáculos los peatones. Pienso en tantos carritos de niños, que quien los lleva a veces tiene que hacer verdaderos malabarismos para cruzar una calle por el sitio indicado, que aunque sólo sea algo transitorio, contribuya a mejorar un poco la vida a nosotros los peatones.
Aunque todo hay que decirlo, relaciono esto con un titular que he visto en un periódico hoy: en 22 días la guardia urbana ha multado a 10.000 vehículos. Y es un comentario que se oye un poco estos días, el ayuntamiento está apretando un poco su afán recaudador con las multas, para tener sus arcas un poco más cubiertas y poder afrontar los gastos extras derivados del hundimiento del Carmel.
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