Estaba casi tentado de copiar el título del editorial de El Pais. Estos días la UE ha paralizado las negociaciones con Serbia sobre su acercamiento y a la larga ingreso, porque no se dan las condiciones de colaboración con el TPI de La Haya.
Una de las condiciones políticas, es que sea entregado Ratko Mladic, quien entre otras muchas cosas, perpetró el mayor genocidio visto en Europa tras la segunda guerra mundial, en Srebrenica. Pero no lo olvidemos, bajo la atenta mirada hacia otro lado de tropas de las NNUU, holandesas para más señas.
La protección del régimen serbio a este criminal, y a Radovan Karadzic, el ideólogo, son con razón, un obstáculo para la normalización de relaciones, tanto políticas como económicas.
Hace bien la UE en este caso, si cualquier crimen de guerra es detestable, mucho peor sería esconder la cabeza y mirar a otro lado. Aunque haya pasado más de una década, seguimos esperando justicia.
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