A raiz de una denuncia pública por parte de una asociación de vecinos de las presiones de algunas inmobiliarias a vecinos ya mayores y con contratos viejos de alquiler para que abandonen sus casas, me he acordado que un caso parecido lo vi hace unos cuantos años con mi abuela. La diferencia es que ahora parece que lo están haciendo a gran escala, y por esto muchos medios de comunicación se están haciendo eco de la noticia.
Toda la zona del casco antiguo de Barcelona es en varias partes una zona bastante degradada, y en los últimos años, sobretodo el ayuntamiento ha estado luchando por renovar esas áreas, abriendo algunas calles nuevas, ensanchando otras, y promoviendo la construcción de viviendas dignas para quienes allí viven. No es una cosa a resolver a corto/medio plazo, y como es lógico, algunas inmobiliarias buscan hacer su negocio con esta situación. Por un lado presionan a los inquilinos, con confusiones sobre la forma de cobrar el alquiler, que si trimestralmente o mensualmente, de modo que al segundo intento de pago trimestral, juicio y a la calle. La otra forma de presión es permitir que viviendas viejas se vayan deteriorando, y lleguen a estados realmente lamentables, que acaban haciendo que se conviertan en sitios inhabitables.
El gran negocio, es que como son contratos antiguos, no pueden rescindir esos alquileres, y si no consiguen que se vayan por propia voluntad, no pueden sacar la rentabilidad deseada. Los propietarios originales, lo venden a una inmobiliaria, ya que esta si presionará, y de este modo se evitan un problema para ellos. La inmobiliaria propietaria ya de todo el edificio, ha comprado a precio de saldo algo que una vez desalojado, reformará y cobrará a precio actual. Estas zonas que ahora interesan a las inmobiliarias, eran hace 4 días, antes del esfuerzo municipal por lavar la cara a los barrios, zonas despreciadas, y ahora a costa de la revalorización por la inversión pública, quieren sacar su provecho.
Son prácticas del estilo mafioso, las hemos visto todos en películas. A mi abuela, lo que le pasó fué parecido, bueno, un poco más bestia y descarado. Un edificio viejo, en el barrio de Gracia, con varios pisos vacios. El dueño dejó de cobrar el alquiler hacía muchos años, más de 20 creo, un alquiler que ahora nos provocaría risa. El caso es que la finca por más que los pocos vecinos reclamaran arreglos, se iba degradando, e incluso se llegó a sospechar de que el dueño o alguien en su nombre, hizo algo para atascar desagües de la lluvia, y las filtraciones de humedades hacían peores las condiciones en algun piso. Y por supuesto, si una bombilla de la escalera se fundía o cualquier cosa, el dueño no quería saber nada, ni cobraba alquiler, ni cumplía sus obligaciones.
A mediados de los 80, acercándose el boom inmobiliario de las olimpiadas, el dueño vendió la finca, y los nuevos dueños, sin mediar palabra, lo primero que hicieron fué dejar pasar los 5 meses de rigor, denunciar el impago de las rentas, y tramitar el deshaucio de la finca. Por supuesto que no se salieron con la suya, pero la realidad fué que al poco tiempo, como la situación no iba a mejorar y mi abuela ya empezaba a no estar en condiciones de vivir sola, pues acabaron ella y los 2 o 3 inquilinos más abandonando las casas en poco tiempo. Al poco tiempo, efectivamente, remodelación del edificio por completo, y no se si mi hermano llegó a preguntar los precios, pero el negocio lo hicieron redondo.
Lo jodido de esto, es el desprecio a las personas y sus condiciones de vida, y como los ayuntamientos consienten este tipo de hechos.
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