Ayer le fué impuesta a Francesc Candel la medalla de oro de la generalitat, en un acto en el que al verlo por la tele, me sorprendió verle en traje y encorbatado. Podría extenderme mucho en su obra, en su trayectoria, pero esto es lo más fácil de encontrar por todas partes, y lo que más me sorprendió de él, ya hace años, es su vertiente humana.
Conocí quien era pues en la escuela, cuando algún libro suyo estaba entre los recomendados, y poco más adelante, cuando las primeras elecciones, ya que fué candidato al senado, y salió elegido como uno de los más votados de todo el pais (no se si fué el segundo). Recuerdo que tiempo después, creo que sacó un libro sobre el tema, si no me falla la memoria, 'Un charnego en el senado'. Años más tarde, en todo el fragor de la campaña por el referendum para la salida de la OTAN coincidí con él varias veces en algunas reuniones de plataformas, y un par o tres de veces, fuí a su despacho, para hablar de varios temas relacionados con dicha campaña.
Si, su despacho, pero nada que ver con otros de 'famosos', un modesto piso en plena zona franca de bcn, a pocos minutos a pie de su casa como siempre le gustaba decir. Su cordialidad, claridad de ideas, y sobretodo, su gran sencillez, le hacían ser alguien muy agradable, con quien siempre fué un placer compartir una charla, o reencontrarnos en cualquier momento en cualquier acto público, siempe había un momento para un saludo y unas palabras. Incluso alguna vez, recuerdo que me dijo que nos viéramos en un bar, que también quería estar con más gente del barrio y comentar los temas, vamos, una persona tan sencilla y que por fortuna, nunca ha querido estar despegado de su ambiente y de su gente, lo que inevitablemente le ha llevado a alejarse de la política de altos vuelos.
Precisamente por eso, tanto me sorprendió verle anoche vestido así, y en un acto tan protocolario, rodeado además de otra gente muy entrañable, a la que recuerdo de esos años. Me gusta que una persona así, reciba el reconocimiento oficial, aunque sin duda, el más importante, el de la gente sencilla, lo tiene desde hace muchos años.
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