Ayer se cumplían 100 años de funcionamiento de la célebre cárcel Modelo de Barcelona. Nunca acabé de entender el motivo por el que algunas cárceles se las denominó 'modelo', por más que quisieran ser algo modélico, su nombre se ha quedado con el tiempo como una burla grotesca.
De su historia reciente, recuerdo algunos hechos, como cuando tras el primer indulto a la muerte de Franco, hubo dos personas que entonces salieron de la cárcel, y luego estuvieron mucho tiempo sentados enfrente de la puerta, reclamando una amnistía. Xirinacs (senador en las primeras elecciones) y Ferran Garcia Faria, a quien tuve el placer de conocer años más tarde, y vivir de primera mano sus experiencias y enfrenamientos con la policía por su pacífica protesta.
Pero otros recuerdos me llegan, como un día, al volver de la escuela y pasar cerca, vimos un amigo y yo, a finales de los 70, como en cada tapa de alcantarilla había varios policías, para impedir que saliera nadie... Si, se había producido una fuga masiva de bastantes decenas de reclusos por un tunel que daba a las alcantarillas. Una situación bastante cómica.
Como otro recuerdo, protagonizado por el recientemente fallecido El Vaquilla, cuando hubo un motín muy duro, en protesta por las duras condiciones carcelarias, especialmente en la quinta galería. Recuerdo como entonces denunciaba la presencia de heroina, a la que se enganchó allí.
Pero un recuerdo imborrable, que todavía no se ha cumplido... Una pintada que decía: "De esta cárcel haremos un parque donde no se vea un puto policía". Muchos años después, sigue siendo una vergüenza, y por más veces que se haya dicho que debe desaparecer, ahí sigue.
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