1. ¿Estás atado al reloj o el reloj está atado a tu muñeca?
La verdad es que aún siguiendo mucho las horas y horarios, no me considero un esclavo del reloj, sinó que me ayuda a repartir mejor mi tiempo.
2. Si pierdes tu agenda, ¿olvidas incluso la hora a la que tienes que desayunar?
No, nunca he usado agenda. Como mucho antes llevaba alguna por los teléfonos, pero eso acabó hace muchos años, con los relojes con agenda telefónica.
3. ¿Te entra el pánico si se te acaba la batería del móvil? ¿Miras la pantalla cada hora para ver si tienes mensajes?
No, nunca dejo que se acabe la batería. Y no suelo mirar mucho la pantalla del móvil, como lo llevo siempre encima o lo tengo al lado, pues lo oigo.
4. ¿Miras los e-mails más a menudo que el correo que trae el cartero?
Casi nada de lo que llegue por correo ordinario es urgente, almenos en mi caso, así que muchas cosas quedan por abrir durante días. Vamos, que los emails si los reviso muy a menudo.
5. ¿Sigues recordando que la información de internet alguna vez estuvo escrita en libros (con páginas y todo eso)?
Por descontado.
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