Algunos días me siento como un acordeón. Tan de pronto, estoy hinchado, como al cabo de un rato, desinchado. Para como no, dar paso a una nueva recarga de aire.
Serán demasiadas cosas en la cabeza, cosas en las que a veces no puedo hacer todo lo que quisiera, noticias que llegan y entristecen, como por ejemplo, levantarme esta mañana y ver la noticia que un guitarrista que en su momento me gustó, aunque dudo que nadie o casi nadie le conozca, Tio Modes, de La Banda Trapera del Río, el primer grupo punk del extrarradio de BCN, con incluso una canción en catalán, la para mi imborrable Ciutat Podrida, ha muerto.
Pequeñas cosas que entristecen, y es que paso de hablar del tema del día, que me pongo peor, me quedo con la música que estuve escuchando anoche, del primer disco en solitario de Ron Wood, con el ritmo contagioso de Caribean Boogie, que siempre alegra un poco más el día :)
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