Poco a poco, y todavía sin estar plenamente recuperado, estoy mejor. Y aproveché esta mejora este sábado para poder conocer en persona a Sirenita, que estuvo aquí este fin de semana. Mucho más rato del que esperaba, fuimos unos pocos que disfrutamos de su buena compañía, y es una de estas cosas que me encantan, ver como gente a la que conoces por aquí, y a pesar de no coincidir en algunas cosas, ves que al hablar cara a cara en el fondo no hay tantas diferencias, y muchos temas son más de matizar las opiniones que otra cosa. Pero por encima incluso de esto, el gustazo de ver como con quien ves que ya te llevas bien por aquí, en persona parece que te lleves incluso mucho mejor, y además, con la conexión y la sensación en la que no parece que sea la primera vez que nos veamos.
Me supo a poco aunque fuera bastante rato, y mucho más que me hubiese quedado, cuando uno se siente a gusto, el tiempo pasa volando. Espero que nos podamos volver a ver otra vez. Ella ya nos comentó muchas buenas sensaciones que tuvo de la visita a Barcelona, y esa es la realidad que todos nos encontramos siempre cuando viajamos, que mientras unos ponen barreras, entre la gente normal, de la calle, ni las tenemos ni vimimos pensando en que las pueda haber.
Un gustazo.
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