Cuando uno quiere dar la vuelta a una situación para tomarla de un modo favorable, corre el riesgo de perder el verdadero sentido del problema, y con tal de otorgarse la razón, puede caer en absurdos que me parecen muy peligrosos.
Ayer empiezo a oir a Rajoy dando la razón al gobierno con su actuación respecto al teniente general Mena, y me digo, bien, ahí me gusta que ponga bien claro lo que debe hacer el PP en ese tema frente a lo que dijo en un primer momento su portavoz.
Pero acto seguido, veo con sorpresa como acaba diciendo que estas cosas no pasan porque si, y pretende preguntar a Zapatero en el congreso, que ha hecho para que sucedan cosas así. Mi perprejidad la comentó perfectamete ayer Ignacio Escolar, porque yo veo muy acertada su comparación con la denigrante sentencia de la minifalda de hace muchos años, en la que un juez llegó a justificar una violación con el hecho de que la chica llevaba una minifalda (aunque él lo generalice con muchos casos de violaciones).
No, los militares no son quienes deben interpretar la constitución, ni su trabajo es meterse en política, y no deben actuar por su cuenta. Nada lo justifica. Igual que nada justifica una violación. Se equivoca y mucho en esto señor Rajoy.
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