Hace un par de horas, veía en la tele la llegada del nadador David Meca hasta el puerto de Ibiza, tras una travesía nadando desde Jávea, en Alicante. 110 Km (o algo más al llegar hasta el puerto) en 25 horas y media, cuando las previsiones daban del orden de 36 horas, con una temperatura del agua del orden de 12ª, cuando no se hacen competiciones por debajo de los 16ª.
Ver como llegaba, le ayudaban a salir del agua e incorporarse, con su cara hinchada, casi desfallecido es algo impresionante, y me llevo a preguntarme que puede motivar a alguien a plantearse un reto de este estilo, con un esfuerzo que realmente es más que agotador. Donde está el límite de resistencia?
En cualquier caso, no deja de ser una hazaña que merece mi aplauso, la fortaleza mental (aunque haya tenido sus apoyos desde los barcos que le acompañaban) para hacer algo así, no creo que la tenga mucha gente.
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