Suele funcionar así almenos para mi, el que un día sea bueno o malo, no me lo da algo en particular, sinó muchas pequeñas cosas, y lo cierto es que ayer fué un día de esos en el que una larga y casi constante sucesión de cositas me fueron alegrando el día cada vez más, y sobretodo cuando algo desencadena otros momentos, como cuando vi ya de madrugada, antes de acostarme (no esta noche, la pasada), que ya había disponible una grabación completa del primer concierto de la gira de los Stones.
Vale, lo veo y rápido a descargarlo. Cuando me levanté por la mañana ya podía escuchar 4 canciones de las 22, y a media mañana vi desde el trabajo que ya se había completado el concierto, los dos CDs ya estaban completos, y esperando a que llegara a casa para escucharlos. Pero claro, cuando algo empieza bien, puede seguir mejor, ya están disponibles las carátulas, me las imprimo, y ya en casa, CDs grabados, cajita montada... Y luego pienso, pero vamos, no han pasado 4 días del concierto y ya lo tengo... Así completo no me había llegado ninguno en tan poco tiempo. Y si a esto, le vamos sumando muchas otras cosas, llega la hora a la que te tumbas en el sofá para frente a la tele irte quedando dormido con una sonrisa que te llega de oreja a oreja, pensando que has tenido un buen día, por más que estuvieras convencido que sería uno malo. Y claro, si encima las dos personas que más te importan han tenido diferentes pero significativos detalles, pues la sonrisa perdura toda la noche y el buen humor preside también el día de hoy :)
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