Hay días en que uno no sólo celebra la puerta abierta a la esperanza, a un futuro donde seamos tenidos en cuenta, sinó que también se alegra por las derrotas de otros. Y aunque Aznar técnicamente no sea el gran derrotado, moralmente lo ha sido, sin duda alguna.
Otro gran derrotado, aunque indirectamente es el gran manipulador, el señor Urdaci. Espero que el PSOE tenga bien aprendidas estas lecciones, que no se puede abusar de este modo de los medios de comunicación públicos y no repita errores.
No tener mayoría absoluta, obligará a que las cosas se hagan mejor, con un estilo diferente, con pluralidad, y eso es motivo de alegría para todos.
La sorpresa para todos ha sido muy grande, y las encuestas no daban la importancia a algo que realmente la tenía, por mucho que lo mencionaran: la mayoría quería el cambio, pero al mismo tiempo no creían que llegase. Seguramente los últimos días han hecho reaccionar a muchos indecisos, y la rabia, dolor, y decir basta probablemente han sido la gota que ha hecho que mucha gente se decidiera tanto votar como por un voto diferente, para cambiar.
Y no debemos olvidar que esta victoria de Zapatero y el PSOE es la más fuerte de la democracia, ha obtenido más votos que ningún otro candidato nunca y esto le da la máxima legitimidad, pero que no se emobrrachen de poder, o la caida puede ser también desde muy alto, y más dolorosa.
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