El viernes como estaba previsto, fuí a buscar a la niña sabiendo que por ser el día del padre me daría un regalo que preparan en la escuela. Ya el día antes le pregunté como el que no quiere la cosa, para pillarla en un momento sin darle tiempo a pensar, que había hecho... Pero nada, no cayó, me dijo que era una sorpresa y que no podía decirme nada.
Así que no la presioné, y me tocó esperar. Al salir, aunque estuviera envuelto, ya se veía lo que era, pero preferí esperar a llegar a casa para abrirlo y que me lo contara. Y este fué su regalo:
No hay comentarios:
Publicar un comentario