Estos días sigue dando mucho que hablar el tema de la nueva posibilidad de que haya matrimonios entre personas de un mismo sexo, si finalmente las reformas del código civil pasan el trámite del senado. Tras los exabruptos de algún 'iluminado' del pasado, el debate ya parece más tranquilo.
Con todo lo que se ha dicho sobre si alcaldes debían o no casar, si unos lo iban a hacer y otros no, lo mismo que concejales, habría que aclarar varias cosas. Lo primero, es que no figura entre las obligaciones de ningún alcalde el celebrar bodas civiles. Lo segundo, para mi, en el caso de que optara por una boda civil, independientemente de mis inclinaciones y deseos sexuales, consideraría un deshonor ser casado por personajes como la sra Botella. Igual se piensa que va a hacer un favor a la sociedad!
Pero con la objeción de conciencia y la libertad de elección hemos topado!
Yambra ya comentó la noticia la semana pasada, dos diputadas del PP sancionadas por votar en contra de los designios del PP en el tema de los enlaces civiles entre personas del mismo sexo. Yo lo que no acabo de entender es que la objeción de conciencia sea algo a lo que uno pueda recurrir cuando le interesa, y cuando no le interesa, castigarla. Porque el PP ahora habla de que sus representantes (y quien sabe si funcionarios) apelen a su conciencia para no tramitar o celebrar estas bodas, pero para su gente, pobre del que no les haga caso! Para los míos, la objeción de conciencia sólo vale cuando me beneficia!
Ah, y todo esto es aplicable a la bienamada iglesia católica, cuando ellos han apelado a la objeción de conciencia cuando se trataba de bendecir fusilamientos o ejecuciones? No, para estar al lado del poder no hay que hacerle ningún feo al dictador o tirano de turno!
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