Pensando en como escribirlo me venía a la memoria una canción de Iggy Pop, 'Something Wild', y aunque de un modo controlado, y no tan salvaje, en realidad es como me sentí este fin de semana con mi hija.
Todo un día con ella, en el parque del Tibidabo, y animándola a hacer lo que para ella eran cosas 'arriesgadas' y que según me contó, no se atrevió a hacer con su madre, la llevaron a irse animando cada vez más ella, y contagiándome a mi, nos subimos a un cesta en la que quedas a 551m de altura viendo Barcelona perfectamente (lástima de no tener un día con el cielo bien limpio) desde el punto más alto.
Y como no podía ser menos, si yo le contagio a ella a hacer pequeñas locuras, yo me fui también animando cada vez más, para acabar haciendo algunas pequeñas digamos salvajadas, como probar la caida libre y el dar vueltas boca abajo, algo que me hizo sentir de maravilla, y acabar con una cara de satisfacción que mi hija, a pesar de que en algunos momentos se apartó un poco, me siguió grabando y fotografiando, vamos, que casi le daba más miedo verme que impresión a mi estas atracciones.
Hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto, y hacerlo con ella fué genial. Lo más bonito, ya al llevarla a su casa, las confidencias que me hacía, de lo bien que había pasado el día conmigo y sus ganas de hacer cosas así. Y ver su cara de satisfacción que tan bien capté en algunas fotos, es algo que no tiene precio.
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