Al final ha habido acuerdo entre el gobierno tripartito y CiU. Era bastante previsible, como ya leí en varios sitios hace días, la clave fué cuando ERC finalmente no quiso aventurarse en pactos de futuro incierto con CiU que posiblemente hubiesen impedido el acuerdo, y la fuerte apuesta de CiU y en particular de Mas ha acabado fracasando, y ha tenido que rendirse a la evidencia, para no ser ellos quien impidieran un nuevo estatuto.
Las dos claves, han sido el acuerdo sobre la laicidad de la enseñanza pública (ya podrían haber incluido la concertada, que es subvencionada por el gobierno autonómico!) y fundamentalmente, la financiación.Queda ahora cuando se acabe de aprobar el texo definitivo, el trámite de las cortes generales, donde el PP presentará al batalla que no ha podido presentar en Catalunya, por la simple lógica de las matemáticas: no son relevantes para un acuerdo (la aprobación es de amplio acuerdo: 120 votos a favor, 15 en contra), aunque a mi modo de ver, hubiese sido más que deseable incluir al PP en estos acuerdos, hablamos de una ley que va a marcar los próximos lustros, no de acuerdos de gobierno. Y también está el compromiso de Zapatero de no tocar lo que aprobara el Parlament de Catalunya. Y es previsible que mantenga su palabra, pero con bastantes discusiones y algunos ajustes. Le costará controlar a sectores como Bono, Ibarra o el mismo Guerra.
Desconozco prácticamente todos los detalles del texto que se está aprobando, no me he molestado en estudiarlo, porque a diferencia de finales de los 70, donde toda la sociedad pedía el estatuto (recuerdo el lema 'Volem l'estatut') ahora ha sido más el deseo de los partidos de adaptar el anterior a las actuales circunstancias, y aprendiendo del pasado. Aún así, por lo poco que conozco, me parece que hay más un verdadero encaje de bolillos que otra cosa, para que todos (o casi todos) hayan podido aceptarlo. La mayoría de la sociedad entiende que hace falta este nuevo estatut, pero no la urgencia con la que se ha negociado. Atrás quedan los tiempos de la LOAPA y del recorte de competencias, de las eternas competencias que corresponden y bloqueadas en la comisión mixta de transferencias, y esto es algo que se quiere evitar, que en función de los deseos o los vaivenes de los gobiernos estatales, las competencias puedan ser bloqueadas o recortadas.
La apuesta de Maragall por un estatuto que no tuviera ya previamente aspectos claramente fuera de la constitución, ha sido complicada y dura, era particularmente complicado que ERC se uniera a esta lógica, y en este sentido, el gobierno creo que sale reforzado, manteniendo su cohesión y credibilidad. A falta de conocer los detalles, me atrevo a ver a CiU como derrotados en su dura apuesta, y el papel de Mas para el futuro puede quedar muy en entredicho, por no haber mantenido su compromiso, que por otro lado me resulta casi irrisorio: ahora se negaban a aceptar un acuerdo que no incluyera algo por lo que no han batallado en años, es más, su táctica de tantos años de ir pidiendo cada vez más como un camino a un sistema más justo y racional de financiación, ha provocado una imagen bastante negativa de Catalunya en algunos sectores del estado, imagen alimentada permanentemente por algunos sectores políticos y de medios de comunicación. Más aún, cuando se negoció el actual estatut, fue CiU quien no quiso fundamentalmente el sistema de concierto (o cupo, como Euzkadi).
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