jueves, septiembre 15, 2005

Un cachete a tiempo

Ayer era un comentario en muchos periódicos, y mucha gente lo comentaba. Lei que el 59% de los padres están de acuerdo en dar un cachete para educar a los hijos.

Llevo muchos años oyendo este tipo de comentarios, y la verdad, creo que es un error monumental educar con la posibilidad del cachete. Yo lo admito, con mi hija una vez le di uno, en un momento en que cuando lo revivo, lo veo más claro: me superó la situación, no podía con ella, y le solté un cachete. Sólo una vez. Pero para mi es el mayor error que he cometido en la educación de mi hija.

Un cachete, bofetón o lo que sea, no deja de ser la constatación de la impotencia y el propio fracaso del padre o madre, porque el problema no es justificar si es que se llega a un punto en el que no hay más remedio, siempre hay un antes, es muy fácil soltar la mano un momento, en cambio, pensar en lo que se ha hecho antes, donde ha fallado uno, en que se ha equivocado, no es tan fácil, requiere pensar, y cuestionarse lo que uno mismo hace, no dando por sentado que todo lo hemos hecho bien.

Recuerdo ese día, y luego la rabia que me dio mi comportamiento, como luego lloré de rabia, de ver mi error.

Vale que razonar con un crío no es fácil, pero si uno educa a base de cachetes, que demuestra? Que es la fuerza la que vale, que quien tiene más fuerza es quien manda, y no, siempre debe mandar la razón. Yo no quiero a una hija que me haga caso por miedo a recibir un cachete, yo quiero que mi hija me haga caso porque vea que le explico las cosas, le hago aprender, le hago razonar, y me vea siempre como alguien que ayuda y no impone.

Para mi un cachete, siempre es la muestra del fracaso propio, prefiero siempre pensar en que he fallado antes que justificar un cachete.

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