viernes, enero 28, 2005

Momentos tensos

Normalmente me gusta tener siempre las situaciones que me afectan más o menos controladas, saber a que me expongo, tener alternativas por si algo falla, y aunque muchas veces acabe improvisando, no siempre me gusta, ya que puedo encontrarme con situaciones como ayer.

Había quedado con una persona a la que todavía no conocía cara a cara, en su ciudad, no en la mía, y sólo él tenía mi teléfono. Quedamos donde él me dijo, y un poco antes de la hora prevista, me presento, para no llegar tarde, así soy yo, y por más que busco en la corta calle ese bar, no lo encuentro... A el no tengo otra forma de localizarle. Y así, con ese frío, esperando, y pasa la hora, no aparece. Son cosas que pueden pasar, imprevistos o lo que sea, que retrasen a uno, pero esa situación donde no puedes hacer nada, no sabes si te has equivocado al apuntar el sitio, me dejan un poco de mala leche, ya que la alternativa es: esperar o irse, pero claro, espero un tiempo más, total, no pierdo nada.

Y así fué, con un poco de retraso, se presentó Yambra, al que por fin he podido conocer en persona tras varios años de conocernos 'virtualmente'. Un gustazo, no podía ser de otro modo, y esa hora escasa que compartimos, me supo a poco. Sin esperarlo, me hizo un regalo que me gustó especialmente: un libro de poemas de Kavafis, vamos, una elección para mi de lo más afortunada. Un buen colofón a un día genial.

El resto del día, no lo voy a describir, sólo diré que vendría a ser lo que definiría una amiga mía como 'Locura Necesaria', aunque su descripción no tenga nada que ver con el día, si es eso, esas pequeñas locuras que ponen tanto en nuestras vidas. Y a buen entendedor, pocas palabras bastan.

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