lunes, marzo 20, 2006

Botellones y follones

Muchas cosas he leido y oido, empezando porque si lo que quieren los jóvenes es beber y pasar de todo, acabando por unas compraciones creo que muy interesadas y fáciles de los jóvenes franceses y sus reivindiaciones y los de aquí.

Pero apenas he oido sobre las diferencias de las 'autoridades', de la diferente forma de afrontar la situación: mientras por ejemplo en Granada, el ayunamiento sabiendo que eso iba a tener lugar, intentó encauzarlo, y así evitar problemas mayores, el de Barcelona y otros, lo enfocaron desde otra perspectiva: las ordenanzas prohiben beber en la calle (ojo, no en las terrazas que pagan sus impuestos) y por lo tanto, con la policía preparada para eviar que el acto se pudiera hacer.

El resultado, conocido, en Granada fué una fiesta, no creo que hubiera incidentes relevantes, mientras que en Barcelona nos encontramos con numerosos destrozos, heridos y detenidos. Incidentes lamentables e injustificables, todo hay que decirlo.

Que fomenta más el uso y abuso indiscriminado del alcohol? Intentar encauzar algo o prohibirlo a saco? Con los jóvenes, está claro, lo que se prohibe, atrae. Aparte que hay un cinismo desmedido que si los jóvenes sólo piensan en beber... Pero quienes dicen esto ahora de los jóvenes, que miren 10, 20 o inlcuos 30 años antes, no ha sido esta una tónica muy generalizada, beber los fines de semana?

Para mi lo realmente significativo del tema es precisamente es la diferente forma de tratar los temas. Yo me acuerdo que con 16 o 17 años en la escuela hicimos una salida de 2 o 3 días, y evidentemente nos llevamos bastante alcohol. Las profesoras se dieron cuenta por alguna borrachera bien temprana que había peligro, y lo que intentaron fué que se les diera todo lo ue había, y no, ni por asomo, los follones fueron contínos y acabamos muy mal. A la vuelta a la escuela, unos 30, más o menos la mitad de los que fuimos, nos encontramos con una expulsión de 15 días de la escuela por enfrentarnos a las profesoras. Nosotros queríamos hacer la nuestra, no queríamos las alternativas que nos daban en esa salida.

Posteriormente, un profesor nos confesó en petit comité, que el error y el problema más grave fué la actitud de las profesoras, puesto que el año anterior, él se encontró con una situación parecida, y en lugar de intentar que se le entregara toda la bebida, lo que hizo fué quejarse de no ser invitado, que él también quería participar, y así fué, que participó, y al mismo tiempo pudo evitar que nadie bebiera en exceso ni se desmadrara nada.

Yo creo que son casos que de un modo u otro se pueden ver de forma parecida, lo determinante es la actitud de la 'autoridad', la fuerza y la represión suelen ser la peor salida siempre.

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