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Ya estuve a punto ayer de escribir sobre las cartas enviadas desde la dirección de ERC a algunos cargos de la Generalitat reclamando el pago de unas 'cuotas' bajo el argumento de que han sido designados como cargos de confianza por ellos y aunque no sean militantes, por esa designación, deben pagar parte de su sueldo para el sostenimiento del partido, y en caso de no hacerlo, serán cesados en su puesto.
Los dos altos cargos de ERC que han hablado tras esto, han sido muy claros, admiten los hechos y los defienden y cargan con dos líneas: esto es para presionarles para que acaben votando SI al estatut (Bargalló) o que quienes les acusan se han financiado con irregularidades (Puigcercós).
Pues que a mi no me convencen, es más, veo este tipo de presiones como prácticas casi mafiosas, han afectado incluso a cargos que si bien han sido nombrados en consellerías gestionadas por ERC, ya lo eran con el anterior gobierno. Lo que está muy claro es que cuando fueron nombrados, no conocían esta exigencia del partido, y supongo que aún siendo legal, es moralmente rechazable por completo. Con prácticas de este tipo yo lo que veo es que se favorece el clientelismo político, y un juego poco limpio, queda el yo te nombro y a cambio me ayudas a financiar mi partido, pero ojo, no lo ingresas en las cuentas del partido, sinó en una fundación, que a buen seguro no es auditada por el tribunal de cuentas.
Y lo que me parece peor, ese volverse contra los 'acusadores' diciendo 'y tu más', es diametralmente opuesto a esa práctica que tanto reclamaban antes de entrar en el gobierno y al principio de 'Mans netes' (Manos limpias).
Alguno de los requeridos para el pago, se ha negado, y aunque tengan la amenaza del cese del cargo, seguro que teniendo las cartas con la amenaza, si recurrieran a magistratura o a donde corresponda, no saldrían malparados, creo yo.
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