jueves, noviembre 17, 2005

Cuerdo y en su sano juicio

Nada me sorprendió ayer ver lo que decían los expertos médicos que examinaron a un viejo dictador, que hasta ahora no se si había tomado el pelo a algunos dirigentes internacionales o simplemente, prefirieron esquivar el problema, pero ha quedado claro para los tribunales que todas sus maniobras para mostrar un supuesta incapacidad por edad y enfermedades eran simplemente eso: una tomadura de pelo.

Y claro, ha acabado por no colar, y de este modo, Pinochet podrá ser juzgado por alguno de sus crímenes y por corrupción.

Hacían falta psiquiatras y neurólogos para saber que no padece (ni padecía hace unos años) demencia senil? Sólo bastaba con mirar las imágenes de su llegada a Chile tras su periodo de detención en Londres y la no extradición firmada por el ahora ministro británico de exteriores, Jack Straw. Cuando hablan los cristianos de un primer milagro, siempre se refieren a 'Lázaro', y ese 'levántate y anda'. Ese levantarse de Pinochet nada más pisar el suelo chileno, aparentaba ser un milagro, pero no lo era, era simplemente eso, la constatación de la tomadura de pelo que pretendió. Acaso quedaban dudas entonces?

Almenos queda el consuelo de que este dictador aunque morirá en la cama y no privado de libertad ni cumpliendo condena por sus crímenes, almenos sabrá que la justicia no le ha permitido vivir impune y morir en la cama tan tranquilo y como si nada como murió hace ya casi 30 años su admirado ídolo, nuestro dictador. Poquito y tarde, pero algo avanza la justicia.

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