miércoles, abril 12, 2006

Las cadenitas

Siempre he sido muy contrario a las cadenitas de emails que se envía la gente del tipo que si se lo envías a tanta gente en x horas tus deseos se cumplirán en un determinado plazo, y que si no lo haces, como si rompieras un espejo, y te acompañarán 7 años de mala suerte. Siempre me han parecido una soberana tontería, porque veía un final que no se correspondía con el supuesto mensaje que se manda.

Una de las cosas en las que suelen incidir, es en cantos a la amistad, y como si una prueba de esa amistad fuera el reenviarle eso a tus amistades, y con eso fuera más sólida la amistad, lo que me parece completamente ridículo. Una amistad se mide por cuantos 'powerpoints' de amistad le mandes o te mande? No se como se mide una amistad, pero cuanto menos yo para nada las mido así.

Alguna vez sin embargo, pasando del punto de la cadenita, si recibo algo en lo que veo suficientes cosas que me gustan, o alguna muy en particular, pues si, lo reenvío, pero son muy pocas las veces que lo hago. Es mi criterio, mi forma de hacer, hasta podría usar el recurso de que si, rompo este tipo de cadenas porque no me gustan las cadenas, me gusta la libertad.

Pero el caso es que muchas veces actuamos (yo almenos) sin cuestionarnos el contenido de lo que se nos envía, o el mensaje que queda sutilmente escondido. Una amiga me hizo notar hace poco (con cierta decepción porque yo le mandara una cadenita) que el mensaje que iba implícito no podía provenir de alguien con tan buena fe como aparentaba (el origen, claro, no quien te lo hace llegar) puesto que si te está diciendo haz esto y lo otro y te irá bien, pero si no lo haces te irá mal... Yo a una amistad, nunca le diría algo así.

Un toquecito de estos va bien para recordar que sin que haya que cuestionárselo todo cada día, si que no debemos responder a cualquier cosa a la ligera y sin más, que vale la pena pensárselo un poquito.

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