jueves, abril 20, 2006

No es aixó, Maragall, no es aixó.

Recuperando esa buena canción Companys, no és aixó de Lluis Llach, le adapto el título para los cambios que nos ha brindado Maragall para la Generalitat.

Porque no es esto lo que se puede ni esperar ni desear del President.

Si, esta vez hubo pacto previo con su partido, pero no con ERC e ICV, y el resultado es que especialmente ERC ha impuesto a quien ha querido en sus sustituciones, y nombrar como recambio del inoportuno Carretero a Vendrell, contaminado por sus cartas de cobros a no militantes es algo para mi muy malo. No hay por donde defenderlo.

Si se debe aceptar condiciones inaceptables, es mejor no hacer el cambio. No es de recibo tampoco la actitud de ERC, en lugar de dar transparencia, siembra la duda en el gobierno, es ese tufillo que apesta, igual que lo que hace el PP en Marbella, que para un cargo de la gestora del ayuntamiento, ponen a un defensor de dos imputados por la trama de corrupción.

No basta con que los políticos sean honrados, también deben parecerlo, no?

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