miércoles, marzo 24, 2004

Morir matando



Esta es la situación que se está produciendo por obra y gracia del fiscal general del estado, Jesús Cardenal, en una de sus obras postreras. Sabe también de la provisionalidad de su cargo, y que su cese es cuestión de días. Pero ha decidido que los fiscales no estudien las denuncias sobre las manifestaciones del sábado 13, sinó que directamente las tramiten. Algunas fiscalías ya se han declarado en rebeldía ante una resolución que es manifiesta prevaricación.

Es cierto que las manifestaciones y concentraciones están prohibidas durante las jornadas de reflexión, que para cualquier concentración o manifestación pública se debe pedir permiso por escrito y con anticipación al gobierno civil (yo lo hice ya hace unos 18 años para una convocatoria para exigir el referéndum para la salida de la OTAN -hace esos años yo ya éra más que crítico con el PSOE-). Pero me pregunto, cuantas veces en este pais se ha procedido contra manifestaciones no autorizadas o ilegales que no han sido violentas.

Que sentido tiene ahora que se pueda procesar y multar a cientos, miles de personas? Esto va a solucionar algún problema? Va a arreglar algo? Parece que sólo puede fomentar más crispación, y no entender que la situación que hemos vivido en el pais estas últimas semanas es realmente excepcional y lo mejor es no buscar más enfrentamientos.

Porque si buscamos ecuanimidad, era legal o autorizada la concentración del 16 ante la sede del PP? Se van a investigar las agresiones o las banderas anticonstitucionales? Verdad que no? Tampoco lo creo necesario, no le veo sentido alguno a nada de esto, no hay que buscar venganza ni morir matando de ese modo.

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